¿A qué me refiero con estas etiquetas?
Aquí te presento una breve y simplificada explicación de algunas de las problemáticas con las que trabajo con frecuencia en consulta. Si te reconoces en alguna de ellas, puede ser valioso comenzar un proceso terapéutico.
Ansiedad y estrés
Cuando el cuerpo y la mente están en un estado de alerta constante, puede aparecer el estrés o la ansiedad. A veces sentimos que no podemos desconectar o que todo nos supera.
Ansiedad social
El miedo intenso a ser juzgado o a hacer el ridículo en situaciones sociales puede limitar tu vida diaria. Con terapia, puedes aprender a sentirte más seguro/a en tus relaciones y a disfrutar de los encuentros sociales.
TOC
Pensamientos intrusivos y repetitivos, junto con conductas que sientes que debes hacer “para calmarte”, pueden estar interfiriendo en tu vida diaria. Con apoyo profesional, es posible reducir el malestar y recuperar el control.
FOBIAS
Miedo intenso hacia algo concreto (un animal, una situación, un objeto, un lugar). Aunque la persona sabe que ese miedo puede ser exagerado o irracional, la reacción de ansiedad es real y muy desagradable, llegando a interferir en la vida cotidiana.
TCA y problemas relacionados con la imagen corporal
Las preocupaciones intensas con la comida, el peso o el cuerpo pueden afectar tu bienestar físico y emocional. A través de un enfoque terapéutico cuidadoso, es posible reconstruir una relación más saludable con tu cuerpo y con la alimentación.
Problemas en las relaciones
Los vínculos con los demás pueden ser fuente de bienestar o de conflicto. Si sientes que algo no funciona en tus relaciones (de pareja, familiares, laborales, etc.), la terapia puede ayudarte a comprender lo que ocurre y a mejorar la forma en que te vinculas.
Depresión y otros problemas del estado de ánimo
La tristeza prolongada, la falta de energía, el desinterés por las cosas que antes disfrutabas o los cambios en el estado de ánimo pueden ser señales de un problema emocional más complejo.
Pánico y agorafobia
Las crisis de pánico pueden aparecer de forma repentina e intensa, generando mucho miedo. En algunos casos, esto lleva a evitar lugares o situaciones por temor a que vuelva a ocurrir. En terapia trabajamos para recuperar tu seguridad y libertad de movimiento.
HIPOCONDRÍA
La preocupación excesiva por la posibilidad de tener una enfermedad puede causar mucho sufrimiento, incluso cuando no hay evidencia médica. En terapia trabajamos para recuperar la tranquilidad y confiar nuevamente en tu salud y en tu cuerpo.
DUELO
La pérdida de un ser querido, una ruptura o cualquier perdida importante puede generar un proceso de duelo. Acompañarte emocionalmente en ese camino permite elaborar la pérdida de forma sana y respetuosa con tus tiempos.
Autoestima
La forma en que te miras, te hablas y te tratas a ti mismo/a influye directamente en tu bienestar. A veces, esta relación interna se vuelve exigente, crítica o poco compasiva. En terapia, podemos trabajar juntos/as para construir una relación más amable, equilibrada y respetuosa contigo mismo/a.
*Si no te ves reflejado/a en ninguna de esta información no dudes en consultar.*